Solo sueña quien despierta
¿Recuerdas la última vez que soñaste con cambiar tu vida definitivamente, con crear, con sobresalir? Seguramente también recuerdas que se han reído de ti, que te han hecho sentir que estabas loco, que te han dicho que te dediques a otra cosa, que dejes de perder el tiempo. Y quizás creíste en algún momento en eso que te decían, a fuerza de repetición, de insistencia o por tu propio conformismo. Pero seguramente algo dentro de ti, siempre te alentaba a que continúes, a que lo sigas intentando. Gracias a que tenemos eso en nuestro interior, esa vocecita que nos alienta y de la que nunca debemos avergonzarnos, porque sin eso, todavía estaríamos raspando piedras en las cavernas. Sin nosotros, la humanidad estaría estancada. Porque no es cuestión de lograrlo solamente, los grandes inventos y avances de nuestro tiempo, fueron fracasos en otros. Y alguien los retomó, insistió en ellos y los llevó a cabo, ¿Por qué? Porque al igual que quien los comenzó, nunca se dejaron llevar por esas opiniones nefastas e improductivas.
Existieron muchas personas con grandes sueños, y lo que tenían en común es que siempre se han burlado de ellos, pero a ellos no les importaba.